Mientras me concentré en definir algunas de mis áreas de interés, la selección devino en imágenes audiovisuales. Una galería de imágenes se sucedieron en simultaneo, imágenes fijas y en movimiento; colores, negativos-positivos, performances electrónicas, una pareja entrelazada bailando un tango, una voz femenina entonando, diversas poéticas visuales tridimensionales, metáforas, versos libres llevándome de una idea otra, abriendo un sin fin de posibles interpretaciones, un inmenso pentágrama en el que se pueden escribir las notas, todas las notas que hacen magia en cualquiera de los géneros de los que la música florece.
Se formo una especie de sitio web en mi pensamiento, la genuina virtualidad humana emergió... Me fui perdiendo en ella envuelta en acordes, en pianos, en rock and roles, me encontré por un instante exteriormente ausente. Recorrí poesías propias, aquellas que surgieron con fuerza y las que desvistieron un enamoramiento disimulado, escondido. Desfilaron en una serie de diapositivas respondiendo a mi selección de intereses, sobre la comunicación. Los pasillos que conectan las distintas expresiones artísticas, el espacio en el que conviven y se complementan, los encantamientos que las inspiran y las influencian trazando recorridos, abriendo todos los paisajes en los que cada artista se brinda en imagen, en palabras, en sonidos. Paisajes en los que cada artista se encuentra desde los sentidos, desde el tacto.
En esa feria de emociones involuntarias que se provocan, está la comunicación entre seres. Desde ahí trabajar la interconexión, los diálogos, los encuentros, la participación, el habla y la escucha, la libertad de expresión. Toda la puesta en escena del entramado cultural, completó maravillosamente el recuadro "intereses."